Cadena Productiva

La seguridad y la calidad son premisas que BRF aprecia en todas las etapas de desarrollo de sus productos. Y es sólo a través de una serie de operaciones integradas y consistentes que es posible garantizar que estos atributos sean controlados y aplicados en todo el proceso.

Con una estructura de integración total, llamada Integración Vertical, todos los puntos de la cadena son de control y responsabilidad de BRF. De esta forma, la compañía consigue garantizar la calidad y seguridad de los productos y gestionar toda su cadena, desde el principio hasta el final. Esta estructura, de la que están incluidos los productores integrados, todavía engloba:

Cadena de aves: granja de abuelos > incubadora > granja de cría > granja de producción de huevos > incubadora > integrados (engorde) > sacrificio > procesamiento.

Cadena de Porcinos: granja de bisabuelos > granja de abuelos > granja SPL (Sistema Productor de Lechones) > Granja SVT (Sistema Vertical Terminador > sacrificio > procesamiento.

A partir de ahí, todo el proceso se hace en nuestras plantas de transformación, que son los lugares donde las materias primas son procesadas y transformadas en productos (por ejemplo, carne porcina en jamón o salami). Es sólo con la gestión de esa estructura que conseguimos garantizar la calidad en cada etapa.

PRODUCTORES INTEGRADOS: EL INICIO

Son ellos quienes inician nuestra cadena. BRF proporciona al productor integrado los animales, la alimentación, la asistencia técnica, el transporte, el sacrificio y todos los productos necesarios para la cría de animales. En cambio, el productor proporciona las instalaciones que atiendan a los conceptos de higiene, mano de obra, bienestar y calidad de vida de los animales.

A partir de ahí todo el proceso es acompañado y controlado para que los productos atiendan a la legislación de Brasil y de otros países por el mundo. Entre los principales ítems de cuidados, están:

Todo el manejo de los animales en las propiedades es realizado manualmente por personas capacitadas y responsables de los saludos de las normas de seguridad y bienestar del animal, incluyendo niveles de temperatura, humedad y densidad. Los animales son transportados y distribuidos por camiones exclusivos, desarrollados de acuerdo con normas técnicas específicas y también separados por algunos requisitos, como especie, sexo y edad. Todos los animales son inspeccionados diariamente, con el fin de garantizar que reciban las mejores condiciones para su pleno desarrollo. Los productores reciben capacitaciones constantes, garantizando la excelencia en el desarrollo del trabajo, además de contar con el equipo técnico de BRF para auxiliar en el día a día.

El pienso producido para alimentar a los animales sigue estrictos criterios de calidad, con patrones definidos por nutricionistas especializados.

Los ingredientes son evaluados en cuanto a su composición y calidad y sólo los ítems permitidos para uso en la alimentación animal pueden ser utilizados. Los piensos se compone principalmente de maíz y de salvado de soja y son nutricionalmente balanceados con una cantidad de alimentos calculada para suministrar, y garantizar los requisitos mínimos de nutrientes y vitaminas para los animales, en las diferentes fases de su vida.
Además, las fábricas siguen legislaciones específicas de buenas prácticas de producción de alimentos para animales y están sometidas a la vigilancia del MAPA (Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento).

Todo el soporte para la correcta crianza de los animales es proporcionado por el equipo técnico de BRF. Cualquier medicamento necesario se aplica sólo con prescripción, después de la visita del médico veterinario y diagnóstico de enfermedad, siempre respetando los preceptos de bienestar animal y la sanidad del lote, que es el conjunto de características que constituyen la salud de los animales, garantizando total calidad.

El control de indicadores de producción se realiza de forma regular en toda la cadena y se registra en la Ficha de Acompañamiento del Lote (FAL). Esta ficha es de extrema importancia, pues funciona como un diario, con el registro de todas las informaciones relativas al desarrollo de los animales, productos utilizados, vacunas, pienso recibido y las orientaciones del extensionista. Además, todas las FAL se envían al SIF (Servicio de Inspección Federal) para verificación en el momento de sacrificio de los animales. Estos datos son importantes para la trazabilidad, ya que, de esta forma, conseguimos saber toda la información pertinente al lote. Cabe mencionar que solamente BRF, el productor y los SIF tienen acceso a este documento.

BRF también tiene control total de los períodos de retirada, fase necesaria para que la carne no presente ningún residuo de producto en caso de medicación.

A seguir, algunos de los principales controles realizados durante la producción:

Mortalidad: cuántas aves mueren y la razón. De esta forma, en caso de mortalidad elevada, el productor puede llamar al extensionista para verificar lo que puede estar ocurriendo.
Consumo de Agua: seguimiento constante del consumo de agua diario del lote, acción cuyo monitoreo es importante para una intervención inmediata, si se constata que los lotes están pasando sed.
Consumo de Pienso: monitoreo constante que verifica si las aves están ingiriendo la cantidad y el tipo correcto de pienso y, si es necesario, tomar una medida inmediata, si se observa alguna alteración.
Ganancia de Peso: medido semanalmente, permite verificar si el lote se está desarrollando de forma satisfactoria. Si hay alguna no conformidad, el extensionista puede tomar las acciones necesarias.
Temperatura dentro de La Instalación: acción diaria para monitorear temperatura y humedad máxima y mínima. El procedimiento es importante para verificar y proporcionar comodidad térmica a las aves. En caso de desvío es posible intervenir rápidamente.

Todas las normas y procedimientos nacionales y mundiales utilizados en la prevención de la introducción de enfermedades infecciosas en cualquier lugar de producción, son seguidas rigurosamente por BRF.

Todos los productores siguen el manual de Buenas Prácticas de Producción, elaborado por nuestro equipo de expertos, compuesto por médicos veterinarios, zootecnistas e ingenieros agrónomos. Además, son capacitados para los procesos de bienestar animal y acompañados por los extensionistas de BRF durante toda la vida de los lotes, así como en el cargamento y transporte.

Para que los animales se desarrollen bien, en un ambiente seguro y adecuado, se toman una serie de medidas, entre ellas: lavado de las manos antes de tener contacto con los animales, control de plagas y vectores, uso de calzado apropiado, control de destino de la cama y productos utilizados durante el lote. Además, los productores siguen las legislaciones locales requeridas y sólo las personas autorizadas tienen acceso a las instalaciones. Los visitantes autorizados deben cumplimentar el documento «Control de visitantes», acreditando su salud.

BRF tiene certificación en las normas GlobalGAP, Alo Free e Certified Humane en algunas unidades, como: Chapecó, Marau, Capinzal, Mineiros y Serafina Corrêa. La compañía, además, atiende a clientes reconocidos internacionalmente por el alto nivel de calidad exigido de sus proveedores. Actualmente el 100% de la unidad de Buriti Alegre (GO) produce pollos de corte certificados en la norma Certified Humane.